Tras fallecer Einstein, muchos científicos de todo el mundo compitieron para conseguir una muestra de su tejido cerebral. En 1999 se publicó un estudio realizado en una universidad de Canadá en el que se describieron sus diferencias anatómicas si se comparaba con el cerebro de 35 hombres y 50 mujeres con un coeficiente intelectual normal y más o menos la edad que tenía el prestigioso físico al morir.
Se observó que el cerebro de Einstein tenía un gran desarrollo en la región inferior parietal, relacionada con la inteligencia visoespacial, el movimiento y el pensamiento matemático.
Otra diferencia que llamó la atención está relacionada con la cisura de Silvio, una pequeña estructura que separa el lóbulo frontal y el temporal (por la parte inferior) y el lóbulo parietal del temporal (por la parte superior). Einstein carecía prácticamente de esta cisura, lo cual quizás permitió una conexión más eficaz entre las redes neuronales, lo que provocaba un procesamiento de la información más veloz.
Asimismo, y según un trabajo publicado por una investigadora estadounidense, Einstein poseía en las zonas de la corteza parietal inferior y de la prefrontal derecha e izquierda más células gliales por neuronas que un varón promedio.
Dado que las células gliales sostienen y nutren a las neuronas, un número superior de éstas en un área determinada indica mayor actividad metabólica. Este descubrimiento coincide con el del patólogo que extrajo y preservó el cerebro de Einstein en el hospital de Princeton: en un artículo publicado en Experimental Neurology aseguró que, porcentualmente, Einstein tenía más células de la glia que neuronas.
Además, al calcular el peso de este maravilloso cerebro, se descubrió que pesaba 1230 gramos, es decir, unos 170 gramos menos que el de un hombre adulto de edad similar, y que había mayor densidad neuronal en su corteza cerebral. También se corroboró que los lóbulos parietales de Einstein eran un 15% mayores que los de un hombre de su edad.
Se quiere saber más sobre uno de los últimos descubrimientos del cerebro de Einstein, se puede leer el excelente trabajo de Dean Falk, del departamento de Antropología de la Universidad Estatal de Florida. Se llama New Information about Albert Einstein’s Brain y se encuentra fácilmente en Internet, pues es uno de los más leídos y citados.
Por: Carina Fiscella
