Carl Jung nació en Kesswil, junto al lago de Constanza, en 1875.
Fue un psiquiatra y psicólogo suizo que, en mi experiencia como lector, transformó profundamente la teoría psicoanalítica desde una perspectiva compleja y personal.
Desde su infancia, a los 12 años, tuvo uno de sus primeros sueños y alucinaciones visuales. En un día soleado, caminando por la plaza cerca de la catedral (la Münsterplatz), se vio invadido por un pensamiento terrible: experimentó miedo, angustia, y una visión de Dios sentado en su trono omnipotente. Jung sintió que era un elegido, con tan solo 12 años.
Vivía con la percepción de estar entre dos siglos. Sentía una profunda nostalgia por el siglo XVIII, y experimentaba una dualidad interior que tomó la forma de dos personalidades, a las que denominó “número 1” y “número 2”.
Al acercarse el momento de elegir una carrera, enfrentó un fuerte conflicto interno entre estas dos personalidades. Tuvo sueños críticos que lo guiaron a estudiar Medicina, aunque también se dedicó a investigaciones extracurriculares.
Durante la segunda mitad del siglo XIX surgió el espiritismo moderno, que se extendió por Europa y América. Tras finalizar sus estudios de medicina, Jung aceptó un puesto como médico asistente en el hospital Burghölzli. En esta época, muchas figuras buscaban fundar una nueva escuela de psicología analítica.
Su tesis se centró en la psicogénesis de los fenómenos espiritistas, y desarrolló un interés por la conciencia subliminal de los médiums, lo que más tarde influiría en sus teorías fundamentales.
Posteriormente, estudió con el reconocido psicólogo francés Pierre Janet. Durante su estadía en Francia, visitó museos, contempló obras de arte y comenzó a pintar. Produjo varias pinturas al óleo y otorgó gran importancia a los mandalas, que interpretaba como representaciones del centro psíquico.
Destacó por sus aportes sobre la esquizofrenia y la demencia precoz, y sostenía que las enfermedades mentales eran, en muchos casos, respuestas excepcionales a conflictos emocionales profundos.
Utilizó la hipnosis como método clínico de investigación y entabló correspondencia con Freud, a quien solicitó asistencia para analizar sus propios sueños.
En 1905 adquirió un terreno a orillas del lago Zúrich, donde construyó la casa en la que viviría el resto de su vida.
A lo largo de su carrera exploró el simbolismo, la cristalomancia y escribió obras fundamentales como El Libro Rojo y los Libros Negros. También dedicó especial atención a La interpretación de los sueños.
Falleció en 1961 a los 85 años.
Una de sus frases más reveladoras:
“Los años que seguí mis imágenes internas fueron la época más importante de mi vida. Ahí se decidió todo lo esencial. Toda mi actividad posterior fue agregada, aclaraciones… el inconsciente me desbordó. Todo lo que vino después fue una mera aclaración interna. Pero el comienzo luminoso ya estaba allí.”
Carl Jung fue uno de los primeros psiquiatras en hablar sobre el inconsciente colectivo. Mantuvo diferencias fundamentales con Freud, lo que lo llevó a desarrollar su propio camino dentro de la psicología analítica.
📖 Recomendación:
Leé un fragmento del Libro Rojo — Capítulo XIX: “El don de la magia”.